"Mi trabajo tiene dos ejes fundamentales. El primero corresponde a la exploración y apropiación de materiales y técnicas artesanales relacionadas con el textil. El segundo corresponde a la representación de espacios urbanos que establecen límites físicos o sociales dentro de una ciudad.
Comencé a utilizar el bordado porque me interesó la categoría de menor rango que tiene dentro de las artes visuales, que está generalmente relacionado a lo femenino y a una imagen ingenua, pero principalmente, porque la tradición artesanal de esta técnica en Chile, tiene una característica particular. Es que cada artesana representa su lugar de origen, su contexto más cercano. Desde la geografía física (paisajes naturales como la Cordillera de los Andes y la costa de Chile) hasta la geografía social (paisajes rurales y urbanos, costumbres, etc.), incluyendo el contexto político del momento (como los bordados que denunciaron la dictadura de Pinochet). Es a partir de esta última conjunción (la tradición del bordado político) que me acerqué a mi propio contexto: los suburbios de la capital de un país sudamericano. Permitiendo por medio de técnicas y materialidades simples, visibilizar paisajes, objetos o situaciones, que construyen la “representatividad” de lo prescindible o de mal gusto.
Con el tiempo he estado investigando los paisajes ruinosos de diferentes sectores urbanos, entendiendo que cada ruina es en parte un suburbio o periferia dentro de su propio contexto cercano. Estos lugares, relacionados con el pasado, pero que tienen lugar en el tiempo presente, con múltiples cargas afectivas y significantes (lugares peligrosos, espacios de libre aprovechamiento, sitios históricos y nostálgicos, etc.), nos permiten analizar el devenir de las ciudades y de su naturaleza. De esta manera, las ruinas son espacios artificiales, pero naturales en su contexto. Son espacios estáticos que, paradójicamente, nos permiten apreciar el desarrollo de las ciudades y, simultáneamente, el residuo de su progreso." -Claudia Gutiérrez Marfull