Labor se complace en anunciar No hay paraíso sin serpientes, la primera exposición individual en la Ciudad de México de la chilena de 34 años Claudia Gutiérrez Marfull. Muestra que completa su proyecto doble, cuya primera parte acaba de ser presentado por la galería AFA en la recientemente clausurada Gallery Weekend Santiago (No hay cielo sin nubes) y por el que ha sido elegida mejor artista emergente.
El uso del refranero para titular sus exposiciones ya indica la voluntad de la artista de huir del arte como institución y de reivindicar lo relegado, lo desdeñado, lo tenido por secundario o lo desechado y, al mismo tiempo, la sencillez de lo popular, la manualidad que huye del dictado tecno-industrial, la alegría y la belleza. No hay cielo sin nubes, ni paraíso sin serpientes hace referencia a la inexistencia de la felicidad completa, todo tiene alegría y tristeza.
Estas dos exposiciones se constituyeron a partir de la representación por medio de la técnica del bordado y del textil, del paisaje de las periferias, zonas desatendidas por los poderes y que los medios de comunicación sólo visibilizan para marcarlas con el estigma de la marginalidad y la violencia, sin tener en cuenta que sus gentes son las que permiten con su trabajo la riqueza del centro urbano y que tienen que paliar su precariedad tejiendo generosas redes de solidaridad.