LABOR se complace en exhibir La lona, primera exposición de Santiago Sierra (Madrid, 1966) como artista representado por la galería, y quien desde el 2007 no había expuesto individualmente en nuestro país.
El trabajo de Sierra se ha caracterizado por traducir en la práctica artística los aspectos inhumanos del sistema económico, de los mecanismos de corrupción y la explotación laboral del individuo. Enlaza diversas referencias con la realidad directa para explorar y representar el mundo del trabajo, articulando incluso una postura crítica ante las propias relaciones del mundo del arte y sus agentes. En los noventa, sus proyectos se dieron a conocer ya que establecían sistemas de negociación con terceros para llevar a cabo acciones -generalmente ocupando un espacio público- para evidenciar los procedimientos materialistas relacionados con la violencia sistémica del capitalismo y las condiciones de trabajo que de ésta se generan.
Con estos performances y la documentación respectiva, el artista ha dirigido la experiencia del espectador hacia la brutalidad cotidiana a través de las escenas que reproduce y que de hecho, como estrategia, repiten las operaciones del poder. La obra presentada en la exposición toma forma desde lo escultórico, la documentación y la fotografía.
Placa es una escultura-objeto fundida en bronce que por un lado hace referencia a los mecanismos arbitrarios de culto a efigies que suelen hacerse en el espacio público en México, y por el otro, ubica espacialmente la distancia desde donde se encuentra el espectador a la Residencia Oficial de los Pinos, epicentro del poder y control político en el país.
La lona, propicia el encuentro corporal entre la obra y el espectador, la escultura está creada por personas provenientes de diferentes contextos. La configuración formal recuerda una escena de El acorazado Potemkin (1925, filmada por Serguéi Eisenstein) película que relató la épica del año de la primera revolución rusa a través de la representación del poder y su relación con las masas, las huelgas y las rebeliones en Odesa.
La serie de diapositivas Estudio fotográfico de Tlatelolco fue realizada en 2007. Retrata el abandono y los desechos de la burocracia institucional mexicana de entonces, cuando el edificio que albergó hasta 1968 a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) fue rescatado para posteriormente convertirse en un centro cultural.
Finalmente, Yunque muestra dicho objeto que perteneció a una familia mexicana de orfebres que en tiempos de la Segunda Guerra Mundial se dedicaban a producir insignias para la milicia. La placa replica nuevamente los medios de homenaje en el espacio público pero con una frase proveniente del lenguaje coloquial que se refiere a situaciones donde la supervivencia se convierte en un elemento fundamental.