“Conviértanme en diamante cuando me muera. Tállenme en un diamante de corte redondo y brillante, que pese un quilate, asegurénse de que soy real.” 💎

En 2005, Jill Magid firmó un contrato con una compañía para convertirse en un diamante cuando muera. El contrato especifica el acuerdo para su transformación así como los detalles del diamante en el que se convertirá. Después de su muerte, el diamante será creado a partir del carbón de sus restos cremados. Será de corte redondo, pesará un quilate y se montará sobre un anillo de oro. Hasta la creación del diamante, el anillo vacío, el contrato corporativo, el preámbulo del artista, y el contrato de beneficiario constituyen la obra de arte.

Una fotografía de este anillo se expondrá en el Ludwig Museum como parte de la exposición colectiva “Extended present – Transient realities”, desde el 8 de abril al 4 de septiembre 2022. Esta muestra explora el tema de la transitoriedad permanente que experimentamos hoy en día a escala personal y global.