▶ Dos | Arcangelo Constantini / Spestri & Camille Mandoki
Perfume es un espacio de música ambient coproducido por Mexican Jihad y LABOR en el que anteriormente se han escuchado las producciones de Nick Hook.
Perfume se desarrolla en el espacio físico de LABOR entre exposiciones. Aprovechando esos momentos en los que no hay obras de arte instaladas en la galería, la sala de exposición se convierte en el espacio idóneo en el que uno, estirado en los petates y gracias al poder de la música ambient se traslada a un estado mental en el que puede abrir las percepciones del subconsciente. Se convierte en un espacio en el que uno tiene la oportunidad de volver a esos días donde con los ojos cerrados y unos auriculares podías fácilmente deslizarte dentro de un disco y evadirte mientras sonaba entero. Hoy en día, con las distracciones y los procesos de pensamiento del mundo, tomarse el tiempo de escuchar una canción entera es casi un acto heroico. El atractivo del ambient es como el de un experimento científico, cuando se ejecuta correctamente hace que el tiempo se vuelva elástico y maleable.
La música ambient en el siglo pasado, era una forma alternativa de formular la música, un modo de repensar las divisiones establecidas de género, estilo, cultura o incluso la noción de lo que es música. Existen diversas maneras de explicar el paso de la música ambient empezando por Debussy hasta llegar a la cultura del club de hoy en dia. Podemos decir que el estilo de música ambient comienza en 1889, un siglo después de la Revolución Francesa; París celebra su Exposición Universal, en la que por primera vez se podía experimentar, de primera mano y sin salir de Europa, la música exótica traída de oriente (Japón, Bali, Indonesia, etc..). Es entonces cuando Claude Debussy asiste a un concierto de música indonesia en París. Aquella sonoridad lo marcó profundamente ya que descubrió sonidos, ritmos y melodías provenientes de la música oriental. Mismos que absorbió e incorporó en su propia composición para los oyentes y artistas occidentales, y cuya sonoridad define así: “no se limita a una representación más o menos exacta de la naturaleza, sino a la misteriosa afinidad entre Naturaleza e Imaginación».
Por lo tanto, el ambient es más una forma de escuchar que de hacer música. La música ambient en el siglo XXI puede ser música para ayudar a dormir o música para quitar el sueño. Por eso, bajo el gran paraguas que atañe a la música ambient, encontramos nombres como Erik Satie o John Cage. Pero también puede ser música para bailar gracias a estrellas del club como Four Tet, Aphex Twin o Jon Hopkins, que han introducido rasgos del ambient electrónico en sus producciones musicales.
El término ambient nace de una tesis formulada a mediados de 1970 por el británico Brian Eno, figura imprescindible de la música popular moderna. “La música ambient tiene que ser capaz de ajustarse a varios niveles de atención auditiva sin imponerse en ninguna: ha de poder ser ignorada como interesante”. La frase, considerada la definición clásica de este estilo, aparecía en Ambient 1, Music for Airports, disco de Brian Eno de 1978 que cimentó un género que ha crecido hasta crear un universo. Hasta entonces, la música ambiental era considerada sólo fácil de ignorar, sonido de fondo, música fabricada para tapar incómodos silencios en elevadores y consultas. En Estados Unidos se le despreciaba llamándola muzak. Pero Brian Eno hablaba de la música ambient como un perfume o un tinte, algo que se puede infundir sutilmente y provocar cambios anímicos sin ser percibidos. Algo que permite estar y evadirse. Perfume continúa lo que Satie, Cage y Eno iniciaron y te invita a que encuentres por ti mismo nuevas formas de escuchar a través de la música.
Arcangel Constantini es un artista mexicano transdisciplinar, coleccionista de tecnologías post-uso donde integra el net-art, el hacking, el diseño de interfaces, arte sonoro, entre otras disciplinas. Influenciado por los procesos fortuitos y caóticos de la gran ciudad en la que vive, sus obras exploran la dinámica entre lo visual y lo sonoro, la tecnología de baja fidelidad, la propaganda y la vida. Su trabajo se caracteriza por una profunda investigación científica y filosófica de los medios y de la naturaleza a través de la tecnología. Para el segundo perfume preparó un live de instrumentos de cuerda modificados por el mismo llamado “spestri”. En el que magenitzó pedazos metálicos que después saltaban sobre las cuerdas de una guitarra eléctrica modificada.
Camille Mandoki es artista y productora mexicana. En sus composiciones extrañas e incatalogables, la cantante y artista sonora explora las orillas más salvajes de la catarsis. Su paleta sonora va desde la música de feria de aires decadentes hasta intrincadas ráfagas de percusión. En su álbum de debut, “We Used to Talk for Hours”, del 2016, Mandoki – hija del cineasta Luis Mandoki – usó su voz como un instrumento de belleza coral, pero en los siguientes dos años empezó a jugar con ella, doblándola y distorsionándola . Siempre experimental y aventurera, el empeño de la mexicana para ensanchar los límites de su propia voz puede recordar a artistas como Diamanda Galás y Lydia Lunch, aunque como intérprete – tanto cuando actúa sola como cuanto lo hace con un grupo de mujeres en lo que ella denomina «la sala de confesiones de sonidos y cuerpos» – su trabajo es totalmente único."